Ejido de Loma Bonita, Chiapas, México

Parcela

Bosques Comestibles a la Frontera de la Selva Lacandona

Hacia la construcción de una parcela experimental con bosques comestibles y una cocina colaboratorio permanente

Mapeo participativo de parcelas para visualizar la enorme diversidad y conocimiento en el Ejido de Loma Bonita, Chiapas, 2020. Foto por Anna Kooi

En 2020, el equipo de Cocina Colaboratorio Chiapas y Cascoland regresó a Marqués de Comillas para una estancia de trabajo de campo de seis semanas. Residiendo nuevamente en Boca de Chajúl, las intervenciones de este año tuvieron lugar principalmente en el Ejido de Loma Bonita. Este pueblo rural tiene aproximadamente 300 habitantes, la mayoría de los cuales son agricultores no indígenas (pobladores de Veracruz, Michoacán y Chiapas) que subsisten de la producción de alimentos, la ganadería y la producción lechera. Su territorio relativamente pequeño y su población sociocultural altamente diversa, hacen de Loma Bonita uno de los ejidos más vulnerables en el área. Investigadores de la UNAM han estado investigando parcelas de la selva y agrícolas en el territorio de Loma Bonita durante más de 20 años, territorio que a acogido a jóvenes investigadores de todo el mundo, gracias a universidades como la Universidad Wageninen y la UNAM. 

La parcela experimental y espacio de Cocina Colaboratorio se planteó desde 2018 con la comunidad de Loma Bonita en una parcela comunitaria. Durante el 2020 se delinearon los futuros usos comunitarios de este espacio. Foto por Roel Schoenmakkers

Durante el período en sitio,  se centraron los esfuerzos en un terreno comunitario, para comenzar a delinear las primeras intervenciones del espacio de Cocina  Colaboratorio. A través de intercambios de saberes con cocinas móviles, actividades de mapeo colaborativo y una compilación de especies e historias para un un archivo biocultural, investigamos los ingredientes, la biodiversidad y las historias de este ejido. A lo largo de las 6 semanas en sitio, nuestro trabajo de campo se dedicó al diseño participativo, la co-construcción y la socialización de un espacio a largo plazo que será el corazón de las actividades a largo plazo de Cocina Colaboratorio. Este espacio que tendrá lugar en una parcela comunal del Ejido de Loma Bonita incluirá jardines botánicos o parcelas agroecológicas, bosques comestibles, espacios de residencia para investigadores, espacios sociales para talleres y experimentación. El espacio será el punto de reunión y experimentación para procesos que promuevan los sistemas alimentarios más justos, resilientes y sustentables.

Acciones de Cocinas Callejeras en el espacio temporal de Cocina Colaboratorio. Probando pan con ingredientes de un bosque comestible, 2020. Foto por Fiona de Bell

Cocina Colaboratorio Móvil
27 de Febrero, 6 de Enero, 12 de Marzo, 19 de Marzo, Ejido Loma Bonita
Chefs Daniel, Jail, Nelva, Lulú, Oralia, Celina, Rafa

Las acciones de Cocinas Callejeras, intercambios culinarios en espacio público, son el corazón de las interacciones dentro del proyecto en sitio. Estas son momentos donde se juntan los conocimientos locales y de los equipos, para generar nuevas recetas, cocinar nuevas visiones y redes personales de afecto y colaboración. Ya sea de la mesa se cocina con ingredientes locales, provenientes de «productores» o chefs locales, que comercializan sus productos, de parcelas donde se pueden crear productos orgánicos o de plantas / árboles que se encuentran en la región, tanto en las partes pobladas como en la selva. La idea central es brindar una plataforma para que se promueva las prácticas locales y la diversidad natural (a veces desconocida) de la zona. A lo largo de las 6 semanas que el equipo de Cocina CoLaboratorio estuvo en el sitio, se hicieron cuatro acciones públicas con distintas temáticas.

Una colección de plántulas de especies útiles que podrían ser parte del Bosque Comestible hicieron un museo móvil de la región, 2020. Foto por Fiona de Bell

Archivo Biocultural: Co-Diseño de un Bosque Comestible
20 Febero – 20 de Marzo, Ejidos de Loma Bonita y Boca de Chajúl

Entre el 18 y el 27 de Febrero del 2020 se realizaron seis actividades relacionadas al Co-diseño de un Bosque comestible en Loma Bonita. El objetivo de dichas actividades fue recabar y compartir con todos los actores del proyecto, el conocimiento que existe sobre el manejo de la biodiversidad local, así como entender los procesos ecológicos que están ocurriendo y contribuyen a la configuración actual de la región. En primer lugar, los investigadores de la UNAM proporcionaron una lista de «especies útiles» locales – plantas que podrían ser potencialmente utilizadas con fines medicinales, materiales o alimenticios. Esta lista fue traducida a una biblioteca visual: un inventario de hojas, flores y semillas. En un esfuerzo colectivo, se pidió a los residentes locales que identificaran estas plantas y su relevancia en términos de utilidad. Este mapeo ayudará a diseñar un bosque comestible ad hoc a los usos y costumbres de la comunidad. Para un museo móvil, recolectamos plántulas y flores con guías locales, botánicos experimentados del área, para crear una exposición de las plantas comunales. 

Bokashi es una técnica para hacer composta a base de fermentación con melaza y residuos de vaca. Durante dos semanas, la mezcla de esta composta se convirtió en ritual colectivo, sirviendo como una metáfora a la comunidad que se formaba a la par. Foto por Michael Bloos
Archivo Biocultural Vivo de Loma Bonita, 2020. Foto por Anna Kooi

Archivo Biocultural Vivo: Jardín Botánico
9 al 19 de Marzo, Parcela Experimental Loma Bonita

En un intento por capturar visualmente las innumerables interconexiones entre los numerosos tipos de diversidad local, co-construimos junto con la comunidad, un jardín botánico – parte de un archivo biocultural vivo. En la parcela experimental, plantamos colectivamente este jardín botánico en el transcurso de dos semanas, utilizando plántulas proporcionadas por miembros de la comunidad. De esta manera, el jardín refleja la importancia atribuida a ciertas especies por los residentes locales. Además, el jardín funciona como un archivo vivo, accesible para todos los habitantes de Loma Bonita, que se puede utilizar para hacer esquejes y, por lo tanto, reproducirse sin fin.

Torre Mirador de Loma Bonita, 2020. Foto por Rob Sweere
Torre Mirador de Loma Bonita, 2020. Foto por Rob Sweere

Torre Mirador de Loma Bonita
24-26 de Febrero, Parcela Experimental de Loma Bonita

La Torre Mirador es una escultura y un espacio para la admiración de la Selva Lacandona en el Ejido de Loma Bonita. Enmarcando la vista hacia el río y a la reserva el mirador funge como espacio de reflexión, un espacio de encuentro y un símbolo de la comunidad. Diseñada por Rob Sweere, construída por Cocina Colaboratorio y la comunidad de Loma Bonita.

Cocina Colaboratorio es posible gracias a PAPIIT: Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a través del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT) No. IV200120  2020 – 2023 y  la Universidad Wageningen a través del programa INREF-FOREFRONT.

Colaboradores

Productores – Comunidad

Comunidades de Loma Bonita, Ejido Boca de Chajúl
Asamblea comunitaria y comité de autoridades de Loma Bonita
Rafael Lombera
Paco Jamangapé
Lourdes
Don Freddy
Nelva Jamangapé
Miguel
Don Jesús
Adriolo y Oralia
Celina y Don Rafa

Investigadores
Biología

Miguel Martínez
Mayra Fragoso
Aline Pingarroni
Delia Caldera

Agroecología

Paulo Dionisio
Diego Hernández

Química

Xariss Sánchez

Agronomía

Azahara Mesa

Gastronomía

Shantal Arias

Chefs

Daniel Nates
Jail Nava
Anna Kooi
Shantal Arias

Creativos

Fiona de Bell
Mariana Martínez
Roel Schoenmakkers
Teresa Borasino
Michael Bloos
Rob Sweere

1.7.2020

La cocina es un espacio social, un lugar común donde se cocinan alimentos historias, ideas, aspiraciones, iniciativas y comunidades.